Estoy un poco harto de entrar en tus juegos de mente

otra nube gris se aproxima

y yo sé, que tanto le temes

que al fin sucede


Te es más fácil no creer en nada

ni en nadie

negación de tu parte

ya estoy haciendo planes sin vos


La vida dura un salto, quedarse, una muerte segura

este era el momento y lo echaste a perder

tanto le temes que al fin sucede

al fin sucede

al fin sucede


Todo lo que necesitas

es una duda razonable

para mostrarte tu deseo

basta con prohibírtelo un poco


Tanto lo deseas que al fin sucede

tanto le temes

que al fin sucede

al fin sucede

al fin sucede


sucede... al fin sucede...

sucede... al fin sucede... sucede... al fin sucede...

A veces pienso en el, y me reto a mí misma. No puedo comprender como fue que llegué a esto, tanto melodrama por alguien que recién empezaba a conocer... 

Después entendí que quizás no sufro por El, que el motivo de mi enojo, de mi desilusión va mas allá de eso. Mi dolor es porque una vez mas fui tan estúpida de pensar que quizás esta sería mi oportunidad, que las cosas cambiarían, que encontraría a la persona indicada. No es él el motivo por el cual me siento así, ninguno lo fue realmente. Ahora entiendo que aunque ellos son completamente distintos los unos de los otros, el sentimiento es uno y el mismo. Me duele el dolor, estoy decepcionada de la decepción, y ya no me enamora el desamor. Saco lo subjetivo, deshumanizo y ahí estuvo siempre mi problema, la soledad en sí, tomando como envase a cada hombre que apareció en mi vida, creando la seguidilla para que a fin de cuentas termine sola, como siempre... Sola.

Llegó a su casa, se puso a comer lo que sea que estaba en la heladera, tenía pinta de ser una empanada, si, ahora que recordaba se parecía mucho a una empanada de carne... No podía parar de pensar, no podía. Y esa duda rondaba en su cabeza, daba vueltas, era bastante irreal todo, ella, en un tiempo ajeno al suyo, se veía como en otro momento, en el momento en que se caía al piso y se reía de su propia estupidez, el mismo en el que se lavaba la cara y decía cosas que no sabía, porque no podía recordar pero que pudieron ser puras incoherencias, como pudieron haber sido la confesión que jamás le hizo a nadie, ni siquiera a ella misma... Pensaba, hilaba cabos y los desarmaba otra vez, sabiendo que nada era cierto, y enroscada, enmarañada, confusa, triste, pero entretenida. Todo eso parecía tan irreal, volvía a pensar, esos laberintos de los que hablaba Jorge, sí, comenzaban a tomar sentido y se convertían en su vida, por lo menos en ese momento...

Odio poner fichas en los juegos que nunca me dejan ganancias, o peor aún, en los que me dejar duplicar o triplicar lo que tenía para después sacarme todo de las manos. Malditos juegos...

-Quizás me creas una loca- le dije un día-pero ¿sabés que es lo que más me gusta de vos?- el otro me miró con ojos entre burlones y curiosos. -no me imagino,cualquier cosa podría salir de tu cabeza, décime-, -me gustan tus huesos, tus venas- no pudo contener la risa. Pero le había dicho la verdad. Me gusta la forma en que se marcan sus clavículas, me gusta su nuez sobresalida hasta dar impresión, me gustan sus mandíbulas, fuertes, masculinas, me gustan sus brazos y la forma en que podes seguir el recorrido de todas sus venas como uno de esos mapas que te dan en los peajes de las rutas... Me gusta ademas las forma en que los cuellos de las remeras siempre le quedan corridos de costado, dejando en evidencia la desigualdad de sus hombros; me gustan sus gestos bruscos y nerviosos, como los que hacen los niños. Se tapa la cara, se acomoda el pelo, evita mi mirada...
Quizá eso es lo que más me gusta, el hecho de que es un niño en el cuerpo de un hombre, la facilidad con la que reune lo mejor de ambos. 
Manteniendo el asombro y divertido con todo ese revoltijo que a veces soy dijo todavía entre risas -Sos rara, ¿entonces eso es lo que te gusta de mi?

- si, basicamente. 

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Ya está, se terminó. Llega un momento en el que por alguna razón desconocida haces un click y tu cabeza y tu corazón hacen las paces. Por fin llegan a un acuerdo y te liberás, todo vuelve a empezar de cero. 
Empezás a ver las cosas como son y dejas de imaginar como querrías que fueran, te sentís lista para pasar de página, por lo menos en ese instante. Tomas la decisión de dar un paso al costado, pero esta vez de verdad, como si cada átomo de tu cuerpo se volviera a acomodar en tu lugar. 
Abrís camino... Esos laberintos que VOS mismo supiste construir ya no tienen lugar en tu vida. Tomas control, asumís la verdad, la empezás a creer, aunque siempre la conociste. 
Respirá, mente en blanco, escuchá a tu alrededor, avanzá timidamente, asomando una parte por vez... 
Solo vos, vos y tu alma...
Por ahora no necesitas nada más...