jueves, 26 de diciembre de 2013

Llegó a su casa, se puso a comer lo que sea que estaba en la heladera, tenía pinta de ser una empanada, si, ahora que recordaba se parecía mucho a una empanada de carne... No podía parar de pensar, no podía. Y esa duda rondaba en su cabeza, daba vueltas, era bastante irreal todo, ella, en un tiempo ajeno al suyo, se veía como en otro momento, en el momento en que se caía al piso y se reía de su propia estupidez, el mismo en el que se lavaba la cara y decía cosas que no sabía, porque no podía recordar pero que pudieron ser puras incoherencias, como pudieron haber sido la confesión que jamás le hizo a nadie, ni siquiera a ella misma... Pensaba, hilaba cabos y los desarmaba otra vez, sabiendo que nada era cierto, y enroscada, enmarañada, confusa, triste, pero entretenida. Todo eso parecía tan irreal, volvía a pensar, esos laberintos de los que hablaba Jorge, sí, comenzaban a tomar sentido y se convertían en su vida, por lo menos en ese momento...

martes, 24 de diciembre de 2013

Odio poner fichas en los juegos que nunca me dejan ganancias, o peor aún, en los que me dejar duplicar o triplicar lo que tenía para después sacarme todo de las manos. Malditos juegos...